La
casa de Mary está a la orilla sur de la ciudad. Son
hermanas: María Lidia y Alicia Nilda Iñigo,
protagonistas de esta historia. Conversan entre ellas y va
surgiendo el recuerdo, datos, nombres, emociones. Nilda exhibe
un afiche con su foto: un filme protagonizado por ellas, jóvenes
soñadoras.
Sacando
cuentas llegan a la conclusión que fue en el año
1957. Vivían con su familia en calle Entre Ríos
al 220. A la vuelta, sobre Chacabuco, el vecino Demetrio
Díaz Acuña desafiaba la tranquilidad
del pueblo Reynaldo
Cullen, con su espíritu visionario atraía
la mirada de los otros que no entendían sus sueños.
Díaz Acuña tenía
su propia compañía teatral, donde muchos jóvenes
participaban bajo su dirección. Así
surgió la película "Te Voy a Esperar",
producida por "Paiva Films". Se rodó
en 27 cuadros, película de medio metraje de 16 milímetros,
donde todos los actores tenían nombres artísticos,
sugeridos por el director.
En
el cine San Martín y en Plaza Bar (junto a
la parroquia)
hacían demostraciones artísticas con el fin
de recaudar fondos para la filmación. Fue un emprendimiento
con riesgos económicos. Los interiores y grabaciones
se filmaron en un estudio de Santa Fe, los exteriores en Laguna
Paiva incluida una fiesta criolla en el campo de Cullen con
carreras de caballos, asado y baile del que toda la gente
del pueblo participó. María nunca imaginó
que con el tiempo compraría, con su esposo, esos terrenos
vinculados a su vida de artista donde el pasado dejó
huellas en el tiempo y otro paisaje.
La
trama
La
película se centraba en la historia de una pareja enamorada.
La chica del pueblo, él de la ciudad: amores y desengaños
con un tierno final del único beso del film.
"Yo sentía vergüenza por ese contacto físico
del final de la película que fue vista por muchos",
dijo Alicia, quien fue revelación artística
seleccionada como primera actriz dramática y cuyo nombre
artístico fue Beatriz Quintana. Su hermana fue la cantante
y se lució con el nombre de Lidia Del Tafí.
La música fue interpretada por Rufino Caporali y su
conjunto, del cual formaba parte María.
Todo
el elenco pertenecía a la localidad, el equipo técnico
era de Santa Fe; incluidos maquilladora, peluqueros y profesores
de expresión corporal y baile. Ensayaban en la actual
esquina de República de Italia y Sarmiento. Alicia
recordó las veces que Díaz
Acuña le hacía repetir las palabras,
una por vez, insistiendo cuando las lágrimas no acudían,
hasta que de rabia e impotencia lloraba copiosamente mientras
filmaban la escena. "Fue un sacrificio para todos.
Mamá confeccionó mis vestidos comprando en cuotas
calzados, collares y aros de fantasía. Como Alicia
fue primera actriz, Díaz Acuña le compró
el vestido de la fiesta elegido por él",
comentó María.
Son
muchos los vecinos que recuerdan la película que se
exhibió durante varias semanas en sección matine,
tarde y noche en la Sociedad
Italiana, también en Santa Fe, con largas
colas de espera. María y Alicia disfrutaron con placer
y emoción parte de la juventud, sintiendo la importancia
de haber tenido la oportunidad con un vecino al que recuerdan
con grandes libros, siempre estudiando. "Hoy
es común la filmación. En 1957 la tecnología
era escasa y pocos los que podían estudiar. Él
se atrevió a transitar un sueño, llevándonos
de la mano".