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Nivel Primario - Escuela Particular Incorporada Nº 1135 |
Repasando
la Historia de la Institución:
EL SUEÑO DE UN VISIONARIO:
A principio del año 1958, cuando el padre Emilio
Ignacio Macor estaba internado como consecuencia
de una enfermedad terminal, fue visitado por el padre Alcides
Carlos Frencia, quién sería en
los meses siguientes el párroco de nuestra localidad
y en esos encuentros entablaron diálogo sobre uno
de los proyectos de fundar un colegio católico
para educar a los jóvenes de la localidad.
Fue en el mes de febrero del año 1958 que llegó
a Laguna Paiva, el padre Alcides
Carlos Frencia, un educador nato, que vislumbró
desde un principio las necesidades de nuestro pueblo. Multifacético:
el asesor, el rector, el profesor, el compañero,
el amigo, el sacerdote,…alma, guía, ejecutor,
idea y palabra.
Su primera inquietud fue la creación en la parroquia,
de un Jardín
de Infantes “Niño Jesús”
el 18 de mayo de 1958, punto inicial de esta hermosa realidad
que es hoy el Instituto Frencia, nuestro colegio.
Para lograrlo el padre Frencia había convocado
a un grupo de vecinos y maestras que ofrecieron desinteresadamente
sus servicios a fin de atender a los primeros ciento veinte
niños inscriptos. El Jardín funcionaba
en la nave lateral sur de la parroquia
“Sagrado Corazón de Jesús”,
en dos turnos.
Pasaron así los meses, en los cuales la semilla sembrada
iba creciendo, pues la inquietud del sacerdote y de ese
grupo de vecinos, impulsó a iniciar los trámites
tendientes a lograr la personería jurídica
ante el Gobierno de la Provincia, la que fuera otorgada
el 19 de noviembre de 1958. Quedando constituida
la Primera Comisión Pro-Colegio Normal,
que supo interpretar y encausar la latente inquietud de
ese visionario párroco de proveer a Laguna Paiva
de un colegio para la formación de docentes. Aún
hoy un grupo de personas que forman la actual Comisión
Propietaria trabaja desinteresadamente para mantener y continuar
la obra de su creador.
Su primer directora fue la Srta. Beatriz Garrera.
Después todo sucedió muy rápidamente.
Con el esfuerzo y apoyo de la comunidad paivense,
el 18 de marzo de 1960, iniciaron sus actividades dos grados
de la escuela primaria y 1º y 4º año de
la Escuela Normal, en l as naves laterales de la parroquia.
Fue un año lleno de experiencias y sacrificios.
La escuela seguía creciendo y en 1961, ya
no tenía dónde funcionar, pues sus grados
y cursos aumentaban, originándose así la necesidad
de adquirir en alquiler un local, sirviendo para este fin,
el vecino y entonces bar del señor Raúl
González, posteriormente comprado y varias
veces remodelado. En marzo de este mismo año, la
escuela primaria recibió su nueva Directora Srta.
Elvira Salto.
Paulatinamente crecía la escuela primaria, en 1962
se hace necesaria la compra de un nuevo local: esta vez
fue el llamado ”Plaza Bar”.
Personal y Comisión Propietaria, siempre al impulso
del Padre Frencia, ya trabajaban ante las autoridades provinciales
y nacionales para lograr el anhelado reconocimiento oficial
del Instituto Doña Manuela
Funes de Cullen, que no tardaría en
llegar.
Pero no todo estaba hecho, recién se empezaba. La
fe no decaía. Habían sido años duros
para profesores y maestros que trabajaban gratuitamente.
El Instituto atravesaba momentos cruciales y dificultades
de todo orden, que ponían a prueba la capacidad y
entereza de sus creadores y fieles colaboradores.
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Fue
en enero de 1962, cuando el querido
Instituto se pone bajo la protección de
Santa Rita de Casia, entronizada en un sencillo
santuario preparado para tal fin en el sector norte
de la parroquia. Fortalecidos y amparados por su tierna
imagen, la escuela seguía avanzando.
Se construyeron nuevas aulas, con la invalorable colaboración
de todos los que sentían como suyo este nuevo
centro educacional, dónde no sólo se preparaba
a jóvenes y niños intelectualmente, sino
que se los formaba también en la Fe.
Año tras año, durante el mes de mayo,
la escuela revive un clima especial, renovándose
permanentemente su acción pastoral, al celebrarse
las Fiestas Patronales de Santa Rita de Casia
a través de celebraciones Eucarísticas,
procesiones, lectura de intenciones diarias, reflexiones,
relatos de la vida de la Santa, cánticos religiosos
entre otros, que cultivan y estimulan la vida espiritual
de todos los integrantes de la comunidad educativa.
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Pasaron los años y la escuela primaria despedía
numerosos grupos que en su mayoría hacían
sus primeros pasos en el ya crecido Jardincito “Niño
Jesús”, semilla de lo que es hoy este
centro educativo.
Al iniciarse el año 1970, precisamente el
7 de enero, el padre Frencia, inspirador de esta obra, se
alejó físicamente para siempre. Sobrevivieron
momentos de angustia y desorientación, pero con la
fe y la esperanza puesta en DIOS.
El Instituto prosiguió su marcha. El espíritu
del Padre Frencia permanecerá siempre entre los continuadores
de su obra, como perdurarán también los poemas
escritos por Carlos Oliva quién
fuera uno de sus exalumnos:
Se
fue de entre nosotros…
Se fue de entre nosotros como se van los años,
como se van los meses, como se van los días.
Su partida que nadie imaginaba,
dejó a nuestras almas en el dolor hundidas.
Se fue de entre nosotros y nos legó la escuela.
Tratemos de cuidarla con fe, con gran amor,
porque en cada ladrillo, en cada aula nueva,
está representada la imagen del rector.
Como
un merecido homenaje llegado el año 1972 y plasmado
el deseo de toda la comunidad, se cambia el nombre del Instituto,
que pasa a denominarse “Pbro. Alcides Carlos
Frencia”, como si todos quisieran decirle:
¡Desde hoy estarás aquí todos los días!
pues… ¡Esta es tu casa!
En la actualidad, aquellas primeras aulas se fueron transformando
en lo que es hoy el Nivel Inicial, Primario, Secundario y
Terciario. Funcionando en tres edificios contiguos
a la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, ubicada
en el barrio centro de la ciudad de Laguna Paiva, frente a
la plaza Reynaldo Cullen, sobre las calles Maipú y
Juan Bautista Alberdi.
Con
el esfuerzo de toda la comunidad educativa y la colaboración
permanente de padres y familiares de los alumnos se va mejorando
notablemente la infraestructura con el objetivo de contar
con espacios apropiados para la educación de los niños,
adolescentes y jóvenes paivenses y de localidades cercanas;
aspirando a procurar una acción que gire en torno a
los intereses, para estimular la capacidad de obrar con reflexión,
libertad, responsabilidad y respeto, teniendo presente el
bien general, haciéndolo fructificar en hábitos
de comprensión y comunión, para que así
ellos mismos puedan llegar a humanizar y colaboren identificados
con los principios y fines de la institución.
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