Es sorprendente la evolución
que han experimentado algunos pueblos
de nuestra provincia en sus múltiples
manifestaciones.
Laguna Paiva, centro de actividad
obrera, ha conquistado en el transcurso
de breves años una situación
culminante, no solo por la densidad
de su población, la importancia
de su comercio y su extensión
edilicia, sino también por
la preponderancia de sus instituciones
culturales, entre las que se destaca
la Biblioteca Popular Juan Bautista
Alberdi. Esta prestigiosa entidad,
fundada
hace apenas cinco años
por el distinguido galeno Dr. Eduardo
Tessaire (hijo), que presidió
y propulsó con tesonera fe
e inteligencia sus primeros pasos,
constituye el eje de todas las inquietudes
espirituales de Laguna Paiva. El
doctor Tessaire, durante los períodos
consecutivos, fue el alma entusiasta
de las primeras conquistas. Puso
en el logro de éstas, el
calor y la energía de su
carácter, de tal manera,
que cuando entregó la Biblioteca
a sus sucesores, la obra ya estaba
en marcha firme. Su nombre se recuerda
con cariño y reconocimiento
de gratitud amplia en la institución.
La presidencia del ingeniero Pedro
Bernardini, que sucedió al
fundador, se caracterizó,
más que nada por ordenar
la situación económica
de la biblioteca con propósitos
de construir un salón de
lectura proyectado. Luego, asumió
la dirección el señor
Francisco Guerra, espíritu
dinámico, de actividad envidiable,
que supo polarizarla eficazmente
en la juventud, logrando no solo
triplicar el número de los
asociados, sino también realizar
la obra anhelada de un cómodo
y amplio edificio, hoy orgullo del
pueblo. Su gestión se considera
como un bello ejemplo para los planes
y propósitos de trabajo de
los sucesores.
Por el período de 1931-1932
se eligió presidente al señor
L. Riquelme Atienza, reelegido nuevamente
por un nuevo año. El señor
Riquelme Atienza, por medio de conferencias,
festivales artísticos y otros
actos que han tenido la mejor acogida
popular, ha logrado intensificar
la obra de sus antecesores.
La Biblioteca Juan Bautista Alberdi,
ha tenido, en consecuencia, valiosos
gestores. Cada uno de ellos le ha
consagrado su cariño, su
tesón y alma. Puede así
explicarse, en consecuencia que
este centro de cultura, sea en la
actualidad, uno de los mejor organizados
de los existentes en los pueblos
de la provincia.
Cuenta actualmente con más
de cuatrocientos asociados, con
un movimiento cotidiano de 50 a
60 libros. Recibe los principales
diarios de la provincia y del país
y posee más de cinco mil
volúmenes y más de
quinientos folletos.
Funciona anexo a la Biblioteca
un salón de ajedrez,
que se ve diariamente muy concurrido.
La juventud aliena de esta manera
la gimnasia intelectual que proporciona
la buena lectura, con la que ofrece
el tablero del matemático
y noble juego que sirviera al genio
guerrero de Francia para resolver
los problemas que imponían
sus futuras batallas.
El principal benefactor de la
biblioteca ha sido, en todo momento,
desde su fundación, el prestigioso
centro
filodramático “Florencio
Sanchez”, institución
ésta que también representa
en la vida social de Laguna Paiva,
un valor cultural de notables relieves.
El comercio, la industria, los
gremios, los mismos hogares, directa
o indirectamente, han colaborado
también en la gran obra de
la biblioteca. Y en esta cooperación
valiosa y colectiva, solo resalta
un ingrato contraste: la Comuna.
Este organismo, que aunque surgió
de un lamentable error popular,
debiera traducir con sus actos las
aspiraciones y conciencia del agregado
social, sólo se nos ha revelado
como un lastre pesado de nuestro
progreso cultural. En efecto, lejos
de concurrir por todos los medios
a su alcance al engrandecimiento
de la institución que nos
ocupa, cometió la torpe,
infeliz y repudiable hazaña
de dejar sin efecto una modesta
subvención comunal que aún
los facinerosos de un pueblo centro
africano hubieran respetado. Un
temperamento igual o semejante,
no ha tenido precedente ni entre
los cafres.
Nos sorprendió sin embargo
el “reajuste económico”
de estos ediles de pacotilla. Hoy
como en todos los tiempos y en todos
los puntos de la bola terráquea;
existen estos ejemplares adversos
a toda obra de progreso espiritual.
Son muchos los búhos o felinos
que huyen de la luz, y a veces sufren
de tal acentuada y alarmante fotofobia,
que es necesario matarlos, o meterles
la jeringa de la lógica para
que se curen o revienten estrepitosamente.
Nadie lamenta la quita que se
ha efectuado a los recursos de la
Biblioteca; pero lo que nadie disculpará
jamás, es la intención
obtusa que ha predominado en la
medida, el insulto avieso que se
ha hecho a la sociedad de Laguna
Paiva, que tiene por la entidad
de referencia un justificado orgullo.
Bien dicen que ciertos manjares
no se han hecho para el paladar
de los rumiantes.
No obstante éstas injustificables
medidas de los que desgobiernan
con su ineptitud los intereses del
pueblo, la biblioteca seguirá
su ruta de progreso conquistando
cada día nuevos aportes.
Están sus destinos en buenas
manos, y eso es suficiente garantía.
Constituyen su actual C. D. las
siguientes personas: Presidente,
Sr. D. Riquelme Atienza; Vice Sr.
Miguel Alvarez; Secretario Sr. Pedro
Miranda; Prosecretario Sr. Francisco
Cerra; Tesorero Sr. Emilio Tort;
Pro Sr. Antonio Díaz; Vocales,
Sres. Sandalio Farto, Hipólito
Jiménez, Alfonso Díaz,
B. Villani y E. Zavioli.-