La amenaza de los perros culminó con la aparición
del doctor y su esposa. Me hicieron señas que pase,
recorrí el largo sendero de entrada a la estancia de
los Cullen, bajo la sombra de frondosos eucaliptos. El canto
de los loros y la vista de hermosos caballos pastando. Sentí
la emoción al entrar al lugar: Reynaldo Manuel Cullen,
nieto del fundador de Laguna Paiva, me recibió con
un fuerte apretón de manos. Ya instalada en su despacho,
mi mirada paseó por las fotografías que constituyen
una verdadera generación de hombres y mujeres partícipes
del pasado argentino.
A principios del siglo XIX llegó a estos lugares el
irlandés Domingo Cullen. Con el correr del tiempo se
convirtió en dueño
de tierras de ésta región. Además,
al casarse se emparentó con el Brigadier Estanislao
López y al morir éste, Domingo Cullen fue designado
gobernador de Santa Fe. El 22 de junio de 1839 fue fusilado
por orden de Rosas. A partir de entonces, otras generaciones
de Cullen fueron progresivamente políticos y gobernadores
de la provincia.
El hijo menor de Domingo Cullen, también llamado Domingo,
se casó con Francisca Crespo. De ese matrimonio nacieron
diez hijos, el cuarto se llamó Reynaldo, quien al morir
su padre en 1891 se constituyó en propietario de una
gran extensión de campos que continuó trabajando
y ampliando. Contrajo matrimonio con Dorotea Echagüe
y tuvieron ocho hijos.
Los cambios
A principio del siglo XX nuevos vientos soplaron
trayendo movimientos de renovación y urgencias
de progreso. Don Reynaldo
vio al futuro llegar sobre rieles, cedió
una gran extensión de tierras para la estructura
de talleres
ferroviarios y la continuidad de construcción
de líneas férreas, caminos y estación
de trenes, denominada "Laguna Paiva",
inaugurada el 20 de enero de 1908, y el nacimiento
del pueblo "Reynaldo Cullen", aprobado
el 5 de junio de 1913.
La vida de Reynaldo
Cullen se truncó demasiado pronto, falleció
en Santa Fe el 3 de febrero de 1914. Fue el primer senador
radical por el departamento La Capital, distribuyó
su dieta entre pobres y sociedades benéficas.
Las tierras se dividieron en sucesión para los hijos.
El mayor, Reynaldo Manuel, continuó en los campos heredados
y ante la necesidad de nuevos adelantos para el pueblo, realizó
más donaciones de terrenos, parte de ello en 1940,
a pedido del presidente comunal Bruno Baranosky, cedió
una extensión para ampliar el cementerio.
Reynaldo Manuel se casó con Ana Georgina Funes Col.
De ese matrimonio, el 4 de mayo de 1932 nació el hijo
que lleva igual nombre que el padre y abuelo. La prodigiosa
memoria del Dr. Cullen (abogado), desbordó en palabras
para El Santafesino. Recuerdos, anécdotas de una ilustre
familia clave de nuestra historia. Recordó a su padre
que era muy alegre y amigo de todos, los consejos directos
que no olvida, la importancia del saludo donde comienza el
respeto, su compañía en sulky y a caballo, al
regreso el lema era "primero atender al caballo".
"Manuchito Cullen", como respetuosamente se lo conoce,
está casado con Rosa M. Fernández. Tienen una
hija, Ana Georgina. Habitan en la casa paterna, herencia de
familia. "La humildad y conducta que mi padre enseñó,
la comparto con la sociedad paivense, siempre agradecido por
los homenajes recibidos a la familia, nombres de calles e
instituciones", dijo "Manuchito".
Reencuentro
En el año 2007, los Cullen se reunieron en Santa Fe.
Familiares de España y Argentina, donde el Dr. Iván
J. M. Cullen presentó su libro sobre huellas de vida:
"Los Cullen: Irlanda, Canarias y Argentina".