Resumen

PAGOS DEL CACIQUE VILIPULO
Puede que a algún cartógrafo se le olvide registrar su nombre en un mapa carretero. Pero a ningún folklorista le pasará por alto este nombre: Laguna Paiva, tierra santafesina y criolla.

Curiosidades que la desmesura del país ofrece: en algunos mapas (como en el Carretero Esso, 1968), Laguna Paiva no aparece. Es una curiosidad, sí, porque en cambio se consignan nombres de localidades como Constituyentes, Arroyo Aguiar, Ascochingas, Monte Vera, Aromos, Cayastacito, etcétera, pueblos para los que Laguna Paiva constituye una suerte de cabecera por razones económicas y educativas.
La localidad, enclavada en lo que fuera la nación Guaycurú o, mejor, alrededor de una rama de la misma, fue fundada por Reynaldo Cullen —una plaza, donde se realiza el Festival Zonal del Folklore lo recuerda— el 5 de junio de 1913, aunque ya dos años antes existía en el lugar una Comisión de Fomento. El nombre nació, aparentemente, en el siglo XVIII: el antiguo poblador o propietario de estos parajes acampaba en las orillas de la entonces llamada Laguna del Cacique Vilipulo, en el año 1760. Uno de sus compañeros se llamaba Jacomé de Payva, de donde se supone proviene la denominación actual.

Ubicada a unos 40 kilómetros al norte de Santa Fe, a nivel del mar, con agua potable que se encuentra a los 5 y a los 25 metros de profundidad, Laguna Paiva goza de clima templado pampeano, alborotado por los vientos pampero, norte y sudestadas, eventualmente. Tiene una población de 11.563 habitantes, igual número de hombres y mujeres, y sólo 277 extranjeros.

Es un clásico pueblo santafesino que desde el asiento de los talleres del Ferrocarril Belgrano, en junio de 1915, gira alrededor de esta importante actividad con talleres, almacenes y depósito de locomotoras que ocupan preponderante lugar en el orden nacional, dando empleo a unos 2.500 obreros. Hay también un frigorífico y una fábrica de calzados que ocupan mano de obra local.

La actividad agropecuaria es típica de la zona: se siembra trigo, sorgos y maíz, con rindes excelentes. El ganado que se explota es por excelencia el vacuno, tanto para tambo como para invernada. Los campos se hallan limpios de garrapata en su mayoría, y el control sanitario es muy bueno. Los azotes, en esta área, son sólo climatológicos: los paivenses —pese a los 900 milímetros anuales habituales— temen únicamente a las sequías prolongadas.

Ramona Galarza 
en el 3er Festival Edición 1971

Daniel Toro en el festival - 1971

Daniel Toro, año 1971 en la tercera
edición del festival folklorico

RELEVAMIENTO PAIVENSE
¿Cómo es un pueblo característico de esa región santafesina? Veamos: funcionan 13 establecimientos educacionales entre primarios, especiales y secundarios. No hay diarios. Hay una línea telefónica con 41 abonados, 1 solo cinematógrafo con capacidad para 500 personas, y una única confitería bailable, que abre sábados, domingos y vísperas de feriados. El capítulo religioso es curioso: hay tres templos, de los cuáles sólo uno es católico. La actividad deportiva es significativa: existen ocho clubes de fútbol, dos instituciones sociales... y cinco instituciones similares dedicadas a la práctica del juego de bochas, especialidad paivense. Comercio minorista fundamentalmente, tres bibliotecas y dos asociaciones culturales, ausencia total de actividad artesanal, un banco y una manía: tener bellas plazas, son los datos complementarios para relevar la idiosincrasia del pueblo.
Pueblo que, como todos, tiene su personaje. Consultadas distintas fuentes, todas coincidieron en un nombre: Don Pablo Müller, popular animador de fiestas campestres, conocido en todo el ámbito provincial, principalmente en la zona norte de Santa Fe, como "Don Pablo Müller, la voz de las domas argentinas", todo un blasón que Müller ostenta orgullosamente.

Las plazas, como se ha dicho, son bellas. En el sector norte, centro de una populosa barriada, está la Plaza 11 de Setiembre, iluminada a vapor de mercurio, sede cada 15 días —como la plaza Reynaldo Cullen— de las tradicionales retretas a cargo de la Banda Municipal. Al oeste, se encuentra la plazoleta Manucho Cullen, sobre un terreno que forma un triángulo equilátero donde se ha instalado un parque infantil. Y por fin, al centro de la zona urbanizada, se halla la Plaza Reynaldo Cullen, ornamentada con modernos canteros y un anfiteatro donde se realizan actos culturales y anualmente el Festival Zonal del Folklore durante tres noches consecutivas, para congregar alrededor de 15.000 personas en total.

La muestra nació en 1969, por iniciativa de la Secretaría de Cultura Municipal a cargo, entonces, de Elsa A. V. Alderete, quien con la colaboración de folkloristas e instituciones de la zona, logró iniciar un evento que está cobrando, ahora, perfiles significativos. En aquella ocasión inicial, Manuel Torres como solista de canto, alumnos del profesor Segundo Pavón como conjunto vocal y delegación de la ciudad de San Javier como conjunto de danzas, fueron los primeros premios.

Los Tucu Tucu en el anfiteatro
de Plaza Reynaldo Cullen - 1971

Horacio Guaray en la tercera edición
del festival zonal de folklore año 1971

El coordinador del festival,
Domingo Gimenez

EL FESTIVAL
El Festival Zonal del Folklore se realizará este año, los días 26, 27 y 28 de noviembre, precedido por una Feria Artesanal que durará aproximadamente 15 días, esfuerzo para valorar, si se tiene en cuenta que Laguna Paiva no ofrece, como se ha dicho, muestras de actividad artesanal.
Habrá también una exposición de afiches sobre temas folklóricos y una saludable apertura: entre los cantantes aficionados de la zona —Manuel Torres, Juan Carlos Fernández, Chichi López, Estela Molina, etc.— se desempeñarán también cantantes de tango como Raúl Ibarra, Héctor Bonaldo y Rubén Villardel.

Carlos Torres Víla, Ramona Galarza, Los Cantores de Quilla Huasi, Chino Martínez, Daniel Toro, Los Tucu Tucu, Fermín Fierro, Los Indios Tacunau, Los Chalchaleros, Los Cuatro de Córdoba, Adelina Villanueva, el Soldado Chámame y Horacio Guarany serán las voces mayores de la fiesta, que contará, asimismo, con la presentación de peñas folklóricas de L. Paiva y localidades vecinas.

Nos preocupa saber: un festival de esta índole, ¿da ganancias? ¿Cuál es el destino de la misma?

Teniendo en cuenta que su organizador es la Municipalidad de Laguna Paiva, recurrimos al Secretario de Gobierno y Hacienda, e interinamente de Cultura, en busca de la respuesta pertinente:

Este es el tercero de la serie. El primero dio una utilidad que fue destinada al Centro de Colaboradores del Liceo Municipal "Leandro Fuentes", el que con este aporte y los fondos propios que recauda, va proveyéndose de elementos didácticos y de confort que hacen a su desenvolvimiento. El segundo festival, no dejó ganancias: el espíritu con que se realizó, era devolver a la comunidad un poco de lo mucho que ella da. Por eso se programó a precios realmente populares. El próximo, está encarado con vistas a obtener un superávit considerable, que será destinado al Fondo Pro Pavimentación Urbana, tarea en que se halla empeñado el Consejo Asesor Municipal. Por otra parte, la Secretaría de Cultura de la Municipalidad, tendrá a su cargo el plan para promover los valores artísticos de la zona.

Entendiendo las importantes razones que mueven al Consejo Asesor a encarar con criterio empresario la fiesta, cabe una inquietud: los precios de las entradas serán, en consecuencia, ¿muy altos? Nuestro informante nos tranquiliza... y tranquiliza a los paivenses, fervorosos entusiastas del folklore:

Júzguenlos ustedes: aunque todavía no hemos determinado qué precio se fijará, no pasaremos de $ 3,50.

Un ejemplo de tesón y buen tino, que tiene nombres y apellidos: son responsables de la realización, además del ya mencionado Secretario, los siguientes asesores municipales: Asmaro Giorgi, Osvaldo Thiebat, Juan Valera, Rene Graciano, Lucio González, Mario Granata, Ricardo Emable, Domingo Zulatto, Oscar Lujan, Jorge Casal, Juan B. Angelini y Juan Carlos Basualdo. Como coordinador general, Domingo Giménez.

Valdrá la pena ir, aprovechando la escapada para conocer el Balneario Municipal a 6 kilómetros de Laguna Paiva, refrescante orgullo lugareño.

Valdrá la pena ir, para ver de qué modo un pueblo que no figura en algunos mapas, justifica en canto su asentamiento sobre la geografía santafesina.

Documento: Colaboración de Roberto Pipy Rivero
Fotos: Colaboración Familia de Dante Andres Colombo