Entrevista virtual a Hector Carnero - 26/12/2006

Héctor "MINGO" Carnero es docente y escultor, nació y creció en Laguna Paiva, ahora vive en España y recordando su pueblo participa de esta entrevista...

Héctor Carnero nos comenta un poco como fueron aquellos años, sus vivencias y amistades, sus recuerdos y emociones que siempre están presentes cuando ...le nombran a Laguna Paiva...


Mi nombre “oficial” es Arturo Héctor y el artistico es Héctor Carnero , en Paiva fui el “mingo” y ya en cordoba el “negro” Carnero.

¿En que año dejaste Laguna Paiva? ¿Cuáles fueron los motivos?
Poco a poco me fui alejando, nunca he dejado mi pueblo. En 1962 hice la “colimba” en Sto. Tomé y al volver, el Dr. Arístides Romero nos lleva a Cordoba para encargarnos la carpintería de su nueva residencia en el Bº Gral. Paz , allí nos recibió su familia con los brazos abiertos y nos propuso asentar allí nuestro nuevo taller, por encontrarse ésta ciudad en pleno desarrollo. No lo pensamos mucho.

¿Cuál es tu actividad actual? ¿Cuánto tiempo hace que estas radicado allí? ¿Cómo se compone tu familia actualmente?
Allí conocí a María de los Ángeles, una chica de Cosquín, que se desempeñaba como Ayudante de Cátedra en la Facultad de C. Sociales. Formamos la Familia Carnero Menendez y nuestros hijos Ignacio, Santiago (fallecido aquí en un accidente de vuelo) y Matías, fueron nuestros mas queridos compañeros de viaje. Todos nacidos en Córdoba. Matías, el mayor, casado con una andaluza muy “guapa” nos ha premiado con un hermoso nieto que ya va por el año y medio. Dejamos Córdoba en 1980, plena dictadura militar, cansados de tanto caos y desvalorización monetaria, aunque nunca pensamos en la radicación definitiva, ya que nuestro viaje a España fue solo por resolver un caso de tierras que mi esposa heredara de su padre en Asturias. Un desafortunado suceso nos obligó a quedarnos: nos robaron todo el dinero, los pasajes de vuelta y los pasaportes. El Consulado de nuestro país en Cádiz se lavó las manos y nos dejo sin amparo. Tuvimos que tramitar allí una copia de los documentos, pero cuando nos lo entregaron ya había pasado un año, ya teníamos escolarizados los niños y obligaciones laborales-habíamos aquí tan poquitos argentinos que fue fácil integrarnos- y desde entonces no paramos; hoy mi esposa es Jefa de Servicios Sociales Municipales y yo como Experto Docente en las Escuelas-Taller del Ministerio de Trabajo y Fondo Social Europeo.


¿Qué recordás de aquellos años vividos en nuestra ciudad? ¿Dónde estaba tu casa? ¿Qué recordás del barrio? ¿Cómo era? ¿Tenés alguna anécdota de ese tiempo?
La cantidad de recuerdos que traje de Paiva es infinita, ya ni se cuales han sido mis mejores vivencias. Mi primera novia, mi juventud en la Biblioteca Alberdi, la Peña Folclórica Amancay, el Teatro Florencio Sanchez, las guitarreadas en la casa de Venturini, en el bar de Orelo, los paseos por la plaza , la estación, las bicicleteadas a la laguna…En aquellos tiempos no había ninguna calle asfaltada y todo era un desafío, me acuerdo en mi niñez cuando saltábamos entre los vagones en marcha, cuando cazábamos mariposas frente a mi casa en la calle 1º de Mayo y mi paso por la Escuela Nº 31, donde siempre destacaba en dibujo, redacción y actividades artísticas.

¿Cuál fue/fueron la/s institución/es escolar que te dio los primeros saberes?
¿Recordás alguno de tus compañeros de colegio? ¿Tus docentes?
Allí conocí mis primeros amiguitos del primario: Roberto Ortiz, Jorge Fuentes, Carlos Albanese, Carlos Dirnplast, “Chita” Ibáñez, Alberto Chiozi, Cacho Langui, la “Colorada” Ruiz, Norma Sosa, Noemí Sanchez, Lola Jiménez, Rafaela Femia (mi primer “flechazo”) y tantos otros-pero sin olvidar.
Tampoco olvido a las Docentes Sra. De Arteaga y especialmente a Ana María del Valle Tulián, que dejó un imborrable recuerdo en mi alma, por su gran afecto a los niños. Después vino “la nocturna”; allí conocí al inolvidable Jose M. Venturini, al Profesor Gastaldi, al de Matematicas: J.C. Chiapero, al “Director Dn Felizar, la Sta Billi…Yo ya andaba por los 15.


Hace unos meses, visitaste Laguna Paiva, ¿Cómo ves la ciudad después de tantos años? ¿Qué sentimiento te trajo el hecho de ser reconocido aquí, por tus obras?
Me dio por aprender música (mi gran frustración), mi primer profesor fue el Maestro Jorge Cándido y después; Gloria Conde, que casi me saca bueno, si no fuera porque el folclore, que en esa época comenzó su largo furor, me llevó por otros caminos.
Eran otros tiempos; Paiva “hervía”, el “Local” iba y venía y el pueblo avanzaba sin contemplaciones, parecía que jamás se detendría, pero sí: se detuvo. Hoy, recorriendo sus calles desiertas, voy buscando el niño de la mirada vaga, al hoyo de la pelota de trapo, a las mariposas cruzando mi calle, la honda, la pared para las figuritas “STAROSTA”, a Arturo el caramelero o a Martin Salvatierra, con su canasta de golosinas. Los ecos de la EXELSIOR y la NORMANDIE ya se han perdido y solo me tengo a mi mismo, vana cosa, cuando se buscan las raíces . Ahora; y otra vez aquí, la misma pregunta de siempre: ¿son reales los vientos que me empujaron..? . Lo que sí sé, es que me he equivocado muchas veces, y jodí muchos afectos, sobretodo; el mio propio, pero siempre está ahí: la soga salvadora. Hoy es la escultura, porque me ha reconciliado conmigo, me ha mostrado caminos. Uno de ellos me ha conducido a mi pueblo y soliviantado emociones: necesarias y creadoras emociones. Necesarias y felices lágrimas.

¿Mantenés contacto con algunos paivenses?
Cada vez que viajo a Argentina mis hermanos se ocupan de mantenerme en contacto con mis paisanos, eso ocurre cada tres o cuatro años, ahora; tengo la esperanza de hacerlo mas seguido. En Córdoba, la actividad de los paivenses es muy importante y eso atenúa la nostalgia. No saben cuanto se extraña. Y, hoy por hoy, con quien mas tengo contacto es con mi gran amigo Paul, a quien conocí gracias a mi hermano José. Y hablando de amigos; sería muy injusto olvidar a los que se han quedado allí, empujando el barco, ese pesado barco que se llama Laguna Paiva. Si no fuera por ellos, nuestro pueblo quizá sería hoy un “pueblo fantasma”, por eso; a todos ellos, a cada uno de sus habitantes, sin olvidar a NINGUNO: el mejor de los abrazos y el más sincero de mis agradecimientos. Tampoco olvido a aquellos que hoy residen afuera y, de forma callada y anónima, nos representan con dignidad y honestidad, llenándonos de orgullo y satisfacción.
Anónimos o famosos: GRACIAS POR EL ESFUERZO CONSTANTE Y FECUNDO. Nos honran a TODOS.

Desde Nueva Andalucía (Marbella) a los 12 días de diciembre de 2oo6

|Por Leandro Hilari, webmaster de www.lagunapaivaweb.com.ar

 

 

COMENTARIOS:

Recorriendo las líneas de la página de nuestra querida ciudad que nos vió nacer, me encuentro con la entrevista virtual a mi querido amigo de la niñez, Héctor Carnero con quien compartimos muchas travesuras juntos. Su recuerdo adornado con palabras que solo un artista como el puede encontrar para describir tan gráficamente momentos inolvidables. El me hizo emocionar hasta las lágrimas cuando leo mi nombre y el de todos mis entonces"pequeños amigos", el de personajes como Arturo el caramelero, la querida maestra, Señora de Arteaga, cuyo hijo médico atendió a mi madre en sus últimos momentos de vida, Jorge Dirnplatz, la Biblioteca Alberdi, la vuelta del perro, las calles de tierra, etc.
A mi querido amigo Héctor, me gustaría contar con tu dirección E-Mail para extenderme un poco más en nuestros recuerdos comunes.
A todo nuestro querido Paiva, a sus habitantes actuales, amis amigos de siempre. ¡Feliz Navidad!
Juan Carlos Albanese